"Mi historia con Kevin fue divertida, y al final funcionó muy bien para él, por supuesto", comenzó contando José Mourinho a Talksport sobre De Bruyne.
“Llegué en mi segunda etapa en el Chelsea y nos vamos a Asia para jugar algunos partidos y entrenar, y se suponía que Kevin vendría con nosotros y luego se iría cedido después de la gira".
“Me impresionó tanto que tomé la decisión, 'No quiero que este chico se vaya cedido, quiero que se quede', y en nuestro primer partido de la temporada de la Premier League fue titular contra el Hull City , en el segundo partido vamos a Old Trafford y no jugó".
“Después de esto, se acercó a mí y me dijo: 'Quiero jugar todos los partidos, quiero jugar cada minuto' y el niño que se suponía iba a ir cedido ni siquiera estaba feliz de quedarse y crecer allí".
“Así que presionó mucho para irse, quería ir a Alemania, donde antes estaba cedido y estaba muy feliz de desarrollarse en la Bundesliga, y su decisión fue irse. Puso una gran presión en eso y funcionó muy bien para él. Al final, Chelsea lo vendió y la historia está ahí".
“La calidad del jugador es absolutamente asombrosa, está entre los cinco mejores del mundo, y cuando se suponía que debía irse cedido y tomé la decisión de que se quedara, vi esas cualidades. No tenía la experiencia y la madurez que tiene ahora, pero sus pies y su visión ya estaban ahí".
“Pero no fue un chico fácil, en el sentido de que no fue tan fácil comunicarse con él, fue muy claro y fue muy difícil hacerle cambiar de opinión".
"Sabía muy bien lo que quería y no estaba preparado para tener esa temporada en el Chelsea donde había muchos buenos jugadores en el equipo, no tuvo la paciencia para entender que unos partidos iba a empezar en el banco"
Chelsea vendió a De Bruyne al Wolfsburg en enero de 2014. Regresó a Inglaterra en 2015 cuando el Manchester City invirtió 55 millones de libras tras una asombrosa temporada en la Bundesliga.
El internacional belga es uno de los mejores jugadores del mundo en este momento.
